Este titular que bien nos hubiera gustado escucharlo del ayuntamiento de Getxo, lo ha realizado el nuevo alcalde de Vitoria-Gasteiz. Después de las pomposas palabras con las que su predecesor en el cargo presentó e inició la construcción del BAI CENTER, la nueva administración, a fin de infundir un poco de realismo al megalomanismo que ha caracterizado a la mayor parte de los alcaldes (incluido al actual alcalde de Getxo), acaba de tomar la decisión de paralizar y abandonar definitivamente la construcción de tan costoso e innecesario proyecto justo un día antes de que varias grúas fueran a ser instaladas para acometer la fase definitiva del mismo.
Frases como esta: “El Centro nace con la vocación de convertirse en referencia artística, congresual y expositiva de ámbito internacional” referidas al BAI CENTER nos recuerda a la ciudadanía de Getxo los argumentos tractoriales usados para justificar el gasto de siete mil millones de pesetas que vamos a tener que sacar de otras partidas para pagar los caprichos megalómanos del ayuntamiento de Getxo.
Para justificar ante la ciudadanía su ruinosa inversión, el anterior alcalde de Vitoria-Gasteiz aireaba promesas económicas difíciles de sustentar como que: “El proyecto tiene un claro objetivo de generación de riqueza y empleo, revitalizando el tejido económico de nuestra ciudad y su entorno.” Algo que a los y las getxotarras suena a música rayada.
Al igual que con la construcción del mamotreto del Antzokia de Getxo, el alcalde impulsor del BAI CENTER argumentaba la macro construcción amparándose en nombres de figuras rimbombantes: “El asesoramiento de la consultora Nagata Acoustics y la dirección del célebre Yasuhisa Toyota, autor de la acústica de algunas de las principales salas del mundo, aseguran la excelencia acústica y ambiental que la convertirán en la sala ideal para la realización de grabaciones”. Esto mismo lo podía copiar el alcalde de Getxo para seguir justificando su inviable proyecto, pero perdería su tiempo dado que ya nos contó aquello del “arquitecto de renombre” como tapón para impedir la participación ciudadana en este asunto y le salió mal.
Una vez mas la realidad de nuestros vecinos de Vitoria-Gasteiz debería servir para aprender en cabeza ajena, pero está visto que la manía de “construir aunque no se sepa para qué” que afecta al alcalde de Getxo, y lo que es peor, unido ese mal a una sordera anti participativa, le tiene paralizada su visión de la realidad y de la crisis económica.
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